Cerrábamos la pasada semana con una importante noticia para la Diáspora, como es la del inminente nombramiento de la persona responsable del Instituto Etxepare, una institución que está llamada a desempeñar un importante papel en lo que a promoción y difusión del euskera y la cultura vasca en el mundo se refiere.
Conocido que la actriz, guionista, directora y artista donostiarra Aizpea Goenaga será la primera persona responsable de la entidad --su nombramiento se llevará a cabo previsiblemente en el Consejo de Gobierno que el ejecutivo de Vitoria-Gasteiz celebrará esta misma mañana--, puede decirse que la puesta en marcha de este organismo mil veces mencionado, pero hasta la fecha tercamente inexistente más que a modo de holograma, se sitúa por fin en su punto de salida, realizando los pertinentes ejercicios de calentamiento, esta vez parece que sí, reales y con visos de, salvados algunos obstáculos, una muy próxima puesta en marcha real y efectiva de la entidad.
El nombramiento de su persona responsable aporta ya una interlocución, que comienza ya a pensar en clave Etxepare. Hasta la fecha existía presupuesto, se estaba habilitando el local, se comenzaba a dotar a la entidad de personal... Sin entrar en la accidentada vida o pre-vida que el Etxepare ha llevado hasta la fecha, el nombramiento de su responsable era la medida esperada que marca ya el momento en que el holograma comienza a ser tangible y por lo tanto deja de ser algo virtual e irreal; a pesar de que en este caso su realidad deberá de ser también una realidad virtual y digital en la importante tarea que tienen asignada en relación al euskera y la cultura vasca en el mundo.
Como es sabido, el instituto asumirá y tendrá como propias labores y cuestiones que hasta la fecha eran llevadas a cabo desde distintas instancias del gobierno. Temas como las clases de euskera, los lectorados de lengua y cultura vasca, las semanas de cine vasco, las actuaciones culturales en el Exterior en general pasan a depender --lo harán tras un periodo transitorio-- del Etxepare, que coordinará los esfuerzos del Gobierno Vasco en materia de cultura vasca fuera de Euskadi. En todo esto tienen mucho que decir las euskal etxeas y las colectividades vascas, con las que es de esperar se cuente y se dialogue.
La información y el conocimiento de la realidad cultural vasca en el mundo supone asimismo, a nuestro entender, un aspecto clave de la labor de la entidad. En este siglo XXI no existe excusa para que no sepamos, para que no recojamos, para que no estemos al tanto de los esfuerzos que en materia de cultura vasca se realizan en el mundo, desde cualquier instancia. Tener una fotografía constantemente actualizada de la vida cultural vasca allá donde se produzca no es sino el primer paso para cualquier acción o intervención sobre este terreno.
Y desde ahí escribimos estas líneas. Saludamos esperanzados el nombramiento de Aizpea Goenaga. Tiene ante sí una muy importante tarea, y una responsabilidad que no lo es menos. Se enfrenta a todo un reto, pero un reto atractivo, puesto que se trata de construir algo casi desde cero. La impronta que se le imponga al Etxepare, el feeling y el diseño del que se dote van a condicionar muchas cosas.
En el terreno informativo, confiamos se cuente con quienes desde hace tiempo apostamos por aportar nuestro grano de arena a algo que entendemos como fundamental. Un esfuerzo en el que hasta la fecha las euskal etxeas y los vascos del mundo han llevado un peso importante, el peso más importante. Las expectativas están abiertas y es el momento de diseñar, de ser creativos, de sumar, de coordinar, de apoyar, de crear condiciones, de abrir oportunidades y de contar con todas las fuerzas y aliados de que dispone la cultura vasca en el mundo. Ongi etorri, Aizpea; badakizu non gauzkazun.