Como ya me han hecho notar algunos de nuestros lectores, escribí el último 'Desde mi atalaya' a principios del pasado mes y, desde entonces, si bien los lectores argentinos que asistieron a la Semana Nacional Vasca pudieron constatar la presencia de EuskalKultura.com en Bahía Blanca --personificada tanto en Sabrina Otegui, nuestra corresponsal en Buenos Aires, como en mí mismo--, lo cierto es que, efectivamente, tenemos pendiente una gran crónica, en diversos capítulos, de ese importante evento, así como recuperar la normalidad en lo que se refiere a 'Desde mi atalaya'.
El motivo de este retraso no es otro más que la coincidencia de diversas dificultades, motivadas/agravadas en gran parte por mi presencia en tierras argentinas, donde en las últimas diez jornadas he visitado y pronunciado charlas en un total de diez centros vascos de las provincias de Río Negro, Buenos Aires y La Pampa, habiendo recorrido para ello más de 3.000 kilómetros en diez días, restando horas al sueño, sin dejar de publicar el boletín, pero con problemas para editar y publicar esa gran crónica de Bahía Blanca, que incluye alrededor de un centenar de fotografías y videos, que está ya elaborada, y que verá la luz a partir del próximo lunes, tal como recogerá el boletín.
Ciertamente, la idea era haberla publicado antes, pero ocurre que a veces uno sobreestima sus propias fuerzas y el hecho incambiable de que cada día consta sólo de 24 horas. Quedé yo en resumir y editar las más de mil fotografías que sacamos en las diversas actividades del programa bahiense y durante estos días me ha sido materialmente imposible, hasta este momento, compatibilizar la culminación de ese trabajo y las visitas y charlas diarias en los centros vascos.
Escribo las presentes líneas desde Pehuajó, provincia de Buenos Aires --a alrededor de 360 kilómetros al Oeste de la capital federal--, donde visitaba ayer la euskal etxea y departía con amigas y amigos de la colectividad vasca local. Hoy jueves por la tarde llegaré a Buenos Aires, para partir mañana de la capital porteña y llegar el sábado a Donostia-San Sebastián.
Aprovecho la ocasión para saludar y agradecer vivamente su hospitalidad a todos y cada uno de los centros que me han acogido durante estos días, euskal etxeas de Viedma y Patagones, en la provincia de Río Negro; Coronel Dorrego, Tres Arroyos y Coronel Pringles, en la provincia de Buenos Aires; General Acha, Macachín y Santa Rosa, en la provincia de La Pampa; y General Villegas, Trenque Lauquen y Pehuajó, nuevamente en la provincia de Buenos Aires. Mila esker guztioi.