Noemí Gonzalo-Bilbao. Se trata de una treintena de atletas procedentes de diversos puntos de la geografía vasca. El heterogéneo grupo incluye maratonianos expertos como Manu Meaza, quien lleva 50 maratones a sus espaldas. “Para mí, éste es el maratón número 51 y será el último”, declaró Meaza. “Tengo 65 años y me voy a jubilar de hacer maratones. Seguiré corriendo pero, a partir de ahora, haré distancias más cortas”, concluyó este veterano atleta de Gernika, quien espera acabar el maratón en 3 horas y 15 minutos.
No obstante, no todos los corredores vascos tienen tanta experiencia. “Nunca antes he hecho un maratón. Éste es el primero que corro. Estoy emocionado por el misticismo que tiene la carrera de Nueva York y por poder representar a Euskadi por las calles de esta ciudad”, comentó Iñigo Uria, de Bilbao.
Los corredores vascos han tenido un ajetreado fin de semana. El viernes se juntaron en el famosos Central Park para participar “Desfile de las Naciones”, un evento cultural en que miles de atletas hondean sus respectivas banderas. Era la primera vez que corredores vascos participaban oficialmente bajo el nombre “Basque Country” y el ecléctico grupo de Euskadi aprovechó la ocasión para disfrutar del ambiente festivo “Este desfile es impresionante; además los vascos somos muy bienvenidos”, dijo el guipuzcoano Xabier Azpiazu. “He venido con unos amigos a correr el maratón y estoy seguro de que los espectadores de la carrera nos animarán a lo largo del recorrido”.
Ayer, sábado, los corredores vascos madrugaron para asistir a una recepción organizada por la Delegación de Euskadi en Estados Unidos, la Dirección de Deportes del Gobierno Vasco y la Federación Vasca de Atletismo. “Me parece muy buena idea que se organice este desayuno. Así los corredores nos conocemos y compartimos historias. Es un buen momento para meterte en el ambiente del maratón”, comentó la corredora bilbaína Arantza Urrutikoetxea.
“Es un hito y un honor que los corredores participen en el Desfile de las Naciones y corran las calles de Nueva York llevando la camiseta del equipo Basque Country. Es la segunda vez que se organiza esta recepción y seguiremos haciéndolo en futuros maratones”, declaró Ander Caballero, Delegado del Gobierno Vasco en el país.
Hoy, los corredores tienen por delante más de 40 kilómetros. No obstante, una vez conquistada la carrera, volverán a casa tras haber participado en el único acontecimiento deportivo que paraliza y, a la vez, moviliza a la ciudad que nunca duerme. El tráfico de la gran urbe será restringido para ceder el paso a los deportistas; pero, a la vez, más de un millón de espectadores animarán a los atletas a lo largo del recorrido y 10.000 voluntarios harán posible la carrera, facilitando, entre otras muchas cosas, más de dos millones de vasos de agua, 14.000 tiritas y 5.700 kilos de hielo.