Vitoria-Gasteiz. Este paisaje salino con más de 6.500 años de historia está ubicado en la localidad alavesa de Salinas de Añana, donde el auge de la industria moderna golpeó su producción y con ello su mantenimiento, lo que supuso su declive hasta que a finales de la década de 1990 se inició el proceso de recuperación.
El Valle Salado ha recibido uno de los siete Grandes Premios Europa Nostra, en concreto el referido a la Conservación, gracias a que el jurado ha valorado que el proyecto "afecta no sólo al paisaje del valle, sino también a la economía de sus habitantes, lo que ha supuesto la recuperación de una industria que estuvo activa desde tiempos remotos hasta épocas muy recientes".
Otro de los aspectos destacados por el jurado ha sido la proyección internacional que ha adquirido el Valle Salado gracias en parte a la exportación de sal, que se comercializa ya en más de 25 países, y que ha sido reconocida en las cocinas "más prestigiosas" del País Vasco y del mundo.
Entrega del premio, en Noruega
En la ceremonia de entrega del galardón, que ha estado presidida por el príncipe Haakon de Noruega, también ha estado presente el presidente de la Fundación Valle Salado de Añana y diputado general de Álava en funciones, Javier de Andrés, que ha sido el encargado de recoger el premio.
La delegación alavesa la integraban asimismo la directora de Política Territorial y Urbanismo del Gobierno Vasco, Elena Lete; el director del Patronato de la Fundación, Roberto López de Eguílaz; el alcalde de Salinas de Añana, Juan Carlos Medina, y el salinero Valentín Angulo.
La responsable del Ejecutivo autonómico ha apostado por "impulsar nuevas estrategias y planes para la recuperación y dinamización" de las salinas y por "insistir" en los objetivos a todos los niveles -paisajísticos, territoriales, culturales y económicos- mediante "la renovación de ideas y siempre de la mano de organizaciones como la UNESCO o la Comisión Europea".
Tanto Lete como el alcalde de Salinas de Añana han coincidido en señalar que el Valle Salado constituye una "gran seña de identidad vasca" y debe convertirse en un "referente magnético" para el turismo cultural en Álava .
Por su parte, en un comunicado, el presidente de la Fundación Valle Salado de Añana y diputado general de Álava en funciones, Javier de Andrés, ha destacado que el Gran Premio del Jurado de los Premios Europa Nostra 2015 demuestra el "excelente trabajo" que se está realizando en la recuperación y puesta en valor del Valle Salado y "los extraordinarios resultados" que esta labor está arrojando (EFE).