Eli Korta / Donostia-San Sebastián. Cuando alguien pregunta '¿De dónde eres?', a veces la respuesta no es tan sencilla como pudiera parecer. Cuando las personas emigran y viven largos periodos de tiempo en lugares alejados de sus países de origen, consideran también que pertenecen a esos países y regiones, por lo que es común que se sientan 'de aquí y de allá'.
Esa es al menos la idea que transmitió el sábado Gustavo Ariel Schwartz, argentino y doctor en el Centro de Física de Materiales de CSIC y UPV, en el encuentro organizado por la asociación artística y sociocultural Mestiza dentro del proyecto Donostidiversity en la Casa de la Paz y Derechos Humanos del Palacio de Aiete. El país escogido para esta sexta edición ha sido Argentina. En su representación acudió como invitado el argentino Gustavo Ariel Schwartz, que ha vivido en cuatro países, tiene dos nacionalidades y cuenta con muchas vivencias en múltiples rincones del mundo. Bajo el título 'Reflexiones sobre la identidad', expuso su visión desde una perspectiva personal.
En las anteriores ediciones de Donostidiversity los países invitados han sido Euskadi, México, Alemania, Venezuela y Senegal.
Asegura que le gusta pensar que «más allá de ciertos caracteres heredados, la identidad es una construcción en la que tenemos un papel clave». En ese sentido, remarca que «está en nosotros decidir si queremos construir nuestra propia identidad o si cedemos a la comodidad de aceptar una identidad heredada».
Él se muestra claro. «Mi apuesta pasa por construir una identidad sin categorías rígidas, que una en lugar de separar, que nos identifique con la especie humana y no con grupúsculos, que genere relaciones no jerárquicas con los otros. En definitiva, enriquecernos a partir de la diferencia». Después de la charla, el medio centenar de asistentes tuvo ocasión de hablar y compartir experiencias mientras disfrutaban de la música de Urko y Mikel Menaia, padre e hijo, que interpretaron un amplio repertorio de canciones vascas y argentinas.
Asimismo, se ofreció un cóctel preparado por voluntarios y alumnos del Basque Culinary Center.
Ana Molina, presidenta de la asociación Mestiza, se muestra satisfecha con la acogida del evento y con la colaboración de los voluntarios. Y destaca el valor de la participación tanto de personas locales como de otras procedencias, lo que «enriquece enormemente estos encuentros».
Donostidiversity es un proyecto que impulsó esta asociación en 2014 con el apoyo del Ayuntamiento. El objetivo es, como dicen, promover y reflejar la diversidad cultural a través canales de acercamiento entre la población local e inmigrante organizando actividades multiculturales como charlas, conciertos, exposiciones, literatura y gastronomía, entre otras.
Desde la asociación explican que debe servir de plataforma para darle voz al colectivo inmigrante de la ciudad, ya que, insisten, «también con la inmigración emigra el conocimiento, el talento y el emprendimiento y eso hace que el intercambio entre culturas sea más enriquecedor».