Yamila Mathon / Jose Ramon Becerra.
En otoño de 2017 el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) de Argentina contrató a la fundación vasca Tecnalia, sin licitación previa y por un importe de casi 300.000 euros, para el diseño y elaboración del llamado 'Master Plan I+D para INTI Argentina'. En la práctica este documento se ha convertido en la hoja de ruta para la reestructuración y privatización del citado organismo público, un ente que cuenta con 52 Centros de Investigación y 3.000 personas en plantilla y que, entre otras misiones, se responsabiliza del control metrológico y de calidad en todos los sectores de la industria argentina, dando servicio a más de 5.000 PYMES de todo el país.
El 25 de enero de este año, justo un día antes de su presentación pública, más de 600 científicos votaron repudiar dicho Master Plan, que implica la disolución de los 52 Centros de Investigación y que propone la venta de los activos existentes en el INTI para generar ganancias rápidas o, como dice el documento, quick winsyy. En respuesta las autoridades del INTI despidieron a 258 técnicos y profesionales, sin consignar las causas y fechando sus cartas de despido el mismo día de la frustrada presentación de Tecnalia: el Plan Maestro había comenzado.
A raíz de esta inaceptable decisión, los científicos realizaron un paro total y una ocupación pacífica en las instalaciones, que tuvo en vilo al país durante 47 días ininterrumpidos. Tecnalia fue noticia en los principales medios de comunicación, que la señalaron como autora intelectual de los despidos realizados como consecuencia directa de la reorganización pergeñada por ella, no teniendo precedentes una vulneración así a la soberanía del organismo estatal por parte de agentes de otro país. El plan de Tecnalia, además de no haber sido ser sido consultado internamente, tampoco se ha sustentado en ningún tipo de diagnóstico. Incluso las empresas del sector privado que aparecieron en el documento como “socias estratégicas”, desmintieron serlo o haber participado de algún proyecto.
El conflicto por los despidos se mantiene vigente y se ha agudizado por el avasallamiento a las libertades democráticas por parte de la dirección del INTI, como son la militarización del Instituto, nuevos despidos y la persecución a quienes se consideren críticos, como en el caso de la licenciada Yamila Mathon, una delegada readmitida por un fallo judicial a la que impiden el ingreso por ser una de las denunciantes del acuerdo con Tecnalia y de otras irregularidades de la gestión de los directivos del Instituto, principalmente del presidente Javier Ibáñez y del gerente general Mariano Zlatanoff.
Es incalculable el daño que la actuación de Tecnalia está provocando a la imagen de Euskadi en el exterior
Además en los últimos días la situación se ha agravado debido a que Ibáñez ha querido acelerar la implementación del Plan Tecnalia. Este hecho, sumado a recientes cambios en el Gabinete argentino del presidente Macri, ha impulsado a Directores y Referentes técnicos del Instituto a suscribir una carta destinada al nuevo Ministro de Producción, de quien depende el INTI, el economista Dante Sica. La nota explica que “esta reorganización deja en una situación de vulnerabilidad a gran parte de los trabajadores que conformamos el Instituto” por lo que aclaran que “no somos parte de esta reestructuración aún cuando nos inviten a reuniones que lo único que pretenden es hacernos corresponsables y cómplices de decisiones tomadas en otros escritorios” que implicarán “promover una reestructuración que llevará necesariamente al desguace institucional, a la desarticulación de grupos de trabajo, a la centralización y burocratización de la gestión…”.
Son palpables las consecuencias negativas de la visita de Tecnalia a la Argentina, al punto que su retirada del país -anunciada hace dos meses- no solo no ha aplacado el conflicto desatado sino que aún no se tiene una real dimensión de hasta dónde llegará lo que los medios ya denominan, del otro lado del Atlántico, “el reguero de pólvora vasca”.
En efecto, es incalculable el daño que esta desgraciada actuación de Tecnalia está provocando a la imagen de Euskadi en el exterior. La Estrategia Vasca de Internacionalización remarca que “la internacionalización de Euskadi debe promover un desarrollo […] compatible con las necesidades básicas en otros países y territorios”. Privatizar un sector público que funciona, despedir a parte de su plantilla y cerrar sus centros productivos para dejar el negocio en manos de empresas privadas no parece la vía más adecuada para impulsar -en palabras de la propia Estrategia-, “una mayor asociación de la marca [Euskadi] a valores como […] la justicia social” y a “reforzar lazos y vínculos con las colectividades vascas en el exterior”. ¿Cómo explicamos esto en las Euskal Etxeak? Desde luego, el pueblo argentino no se merece este trato. Y por eso es importante dejar claro que Tecnalia NO representa a los vascos y vascas.
* Yamila Mathon es trabajadora del INTI y Jose Ramón Becerra es parlamentario de EQUO Berdeak en Elkarrekin Podemos