Marta Martínez/Donostia-San Sebastián. La fecha exacta está aún por concretar y dependerá de los resultados que obtenga Topolansky en las elecciones municipales que se celebran el 10 de mayo en Uruguay. La esposa de Mujica, actualmente senadora al igual que el exmandatario, se presenta a la Intendencia (Alcaldía) de Montevideo. “Gane o no gane viene a Euskadi. Eso sí, si gana, demorarán un par de días su partida porque ella quiere dejar organizado su equipo de gobierno en el Ayuntamiento antes de realizar el viaje”, cuenta Julio Flor. En cualquier caso, la visita será de diez días, que repartirán entre Euskadi e Italia, de donde provienen las raíces maternas del mandatario, a partes iguales.
Durante su primer viaje a Euskadi, cuando los periodistas le preguntaron por los motivos de su visita, su respuesta fue escueta, pero clara: “raíces”. Mujica solo conocía que uno de sus bisabuelos paternos había partido de Euskadi hacia Uruguay en el siglo XIX, por lo que decidió conocer Muxika, municipio vizcaino cuyo nombre coincide con su apellido. Allí pasó una noche en junio de 2013 y fue recibido por el alcalde, quien le entregó la llave de la localidad, en medio de una gran expectación. “Yo tenía curiosidad de conocer este paisaje humano y estas tradiciones”, manifestó Mujica durante su estancia en Muxika.
Raíces guipuzcoanas
Sin embargo, el investigador Mikel Prieto ha descubierto recientemente que sus raíces se encuentran en Astigarreta (actualmente barrio de Beasain), Azpeitia y Tolosa, todos ellos en Gipuzkoa. En su investigación, Prieto ha logrado completar doce generaciones de la familia del expresidente uruguayo y para ello se ha remontado más de 400 años atrás, hasta Pasual Muxica y Marina Arregui, feligreses de la parroquia de Astigarreta en el último cuarto del siglo XVI.
Prieto establece que el bisabuelo del expresidente uruguayo, Francisco Muxica Yeregui, nació en Tolosa en 1818 y que embarcó en 1842 en el puerto de Donostia junto a su esposa, una donostiarra de padre italiano, Catalina Chipiriano Esnaola, en la fragata Chateaubriand, que le llevó a Uruguay. “En el documental, Mujica nos cuenta cómo se hubiera quedado aquí eternamente, le pareció que esto era el reino de lo verde, por las montañas. Se fijó incluso en los cencerros de las vacas, que le parecieron algo medieval”, recuerda el periodista Julio Flor.
Ahora, Mujica quiere mostrar a su esposa estos paisajes que él conoció durante un breve espacio de tiempo y de los que quedó cautivado. Todavía se desconoce si, como sucedió hace dos años, el exmandatario tendrá algún encuentro de carácter institucional. Tampoco está claro, porque el matrimonio aún no ha concretado las fechas del viaje, si la visita a Euskadi coincidirá con dos eventos marcados en rojo en el calendario: el 80º aniversario del exmandatario uruguayo, que festejará el próximo 20 de mayo, y la celebración de las elecciones municipales y de Juntas Generales del día 24.