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Concha Lago/Bilbao, Bizkaia. El jesuita venezolano Arturo Sosa Abascal, de 67 años, fue elegido ayer nuevo Superior de la Congregación General de la Compañía de Jesús tras la renuncia de Adolfo Nicolás, de 80 años. El venezolano, que será el nuevo Papa negro como se le conoce por la importancia de los jesuitas y el color de su traje, fue elegido tras una votación secreta realizada durante la 36ª Congregación General celebrada en Roma. El que fuera su profesor en Bachillerato, su orientador espiritual en la década de los 60, y profundo seguidor de toda su trayectoria, el jesuita Luis Ugalde, nacido en Bergara, asegura que “es un intelectual con una formación muy amplia, compleja, capaz de entender y vivir la pobreza y la justicia social, pero al mismo tiempo capaz de entender los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad”. “Es un hombre de una mente muy abierta, una persona cordial, con sólida formación y vivencia espiritual que domina el italiano y habla también muy bien inglés”.

El primer general no europeo en cuatro siglos, nacido en Caracas en 1948, es además un gran conocedor de lo vasco. Luis Ugalde relata una anécdota. “El solía contar con mucha gracia que cuando empezó como jesuita, su padre, que también había sido alumno de los jesuitas en Caracas, le dijo, tú cuando entres pues ya sabes, llegas y saludas en euskera y con eso tienes las puertas abiertas”. En su educación han jugado una presencia muy activa los docentes vascos. “Por ejemplo, el padre Salaberria, que era originario de Ermua. Y los que en esos años fueron rectores de sus colegios o los que fuimos más cercanos en su formación todos procedemos de Euskadi”, señala Ugalde, exrector de la Universidad Católica Andrés Bello.

Sosa ha vivido en primera persona la cultura euskaldun. “En la casa del padre, había un frontón y jugaban a pala. Allí solía reunirse un grupo que después de cada partido iba a un restaurante vasco muy famoso que había en Caracas, el Urrutia. Así que los fines de semana era fiel a una tradición, jugar a pala y degustar comida vasca”. “Cuenta con un amplio conocimiento y con gran cercanía por el mundo vasco, aunque no haya vivido nunca aquí”, afirma Ugalde.

AMISTAD CON EL PAPA FRANCISCO Ayer, tras la elección de Sosa en la sede de los jesuitas en Roma, para la que se requerían el 50% más uno de los votos (un total de 107), hubo un fuerte aplauso y, como requiere el proceso, se informó al Papa Francisco, quien pudo felicitar por teléfono al elegido. “Arturo y Francisco se conocieron en 1983 cuando Bergoglio era el representante de los jesuitas argentinos en la Congregración General y Sosa, el representante venezolano. Desde entonces, han mantenido una gran amistad sobre todo el tiempo en el que han vivido los dos en Roma. Y hacen un buen equipo porque coinciden en los enfoques fundamentales de la vida como jesuitas, y como latinoamericanos comprometidos con los retos de la Iglesia y de la sociedad”.

En sus primeras declaraciones concedidas a Radio Vaticano, Arturo Sosa señaló que “ahora comienza un gran desafío”. Añadió que “esta es la Compañía de Jesús, y Jesús tendrá también que ponerse a trabajar aquí con nosotros, y después yo me fío de mis compañeros, que valen mucho”. Sosa Abascal deseó que “se cree un buen grupo de trabajo con orientaciones precisas para poder ir adelante porque esto no es trabajo de solo una persona, sino de toda la Compañía”.

OPOSICIÓN AL RÉGIMEN CHAVISTA El padre Sosa es un defensor a ultranza de las libertades y no comulga con el régimen chavista. “Me consta por las conversaciones que hemos mantenido que al principio del Gobierno de Chávez, tuvo alguna esperanza. Pero muy pronto me manifestó su angustia por los caminos totalitarios que tomaba el régimen. En eso, Sosa ha sido sumamente claro, pero también discreto por los cargos que desempeñaba. Por otro lado, es muy amigo del recién nombrado cardenal de Venezuela, Monseñor Porras, que asegura que estamos viviendo una dictadura”, sentencia Ugalde.

Además de su formación jesuítica, Arturo Sosa es licenciado en Filosofía por la Universidad Católica Andrés Bello (1972). Asimismo cursó Teología en Roma en la Universidad Gregoriana“, apostilla Ugalde, que también ejerció como jurado de la tesis doctoral sobre Ciencias Políticas que el nuevo general presentó en la Universidad Central de Venezuela donde obtuvo la máxima calificación.

Después de trabajar con los campesinos en cooperativas urbanas y rurales, “dirigió el Centro Gumilla de Investigación y Acción Social de los Jesuitas en Venezuela. Un centro crítico, muy comprometido con la justicia social, con los pobres, que aborda temas muy polémicos, por lo que ha sido y es muy cuestionado”, explica Ugalde quien también fuera su director. Después de ese cargo, Sosa ejerció como Superior de los Jesuitas en Venezuela, y de ahí pasó a rector de la Universidad Católica de Táchira.

En 2014, abandonó Caracas para incorporarse a la Curia de la Compañía de Jesús en Roma. “Un cargo muy delicado ya que era el Superior de la media docena de casas internacionales que los jesuitas tienen en Roma y se encargaba de la relación con el mundo árabe o con el ruso”.