Anabel Domínguez. El profesor e investigador del departamento de Historia Medieval, Moderna y de América de la UPV, el arrasatearra Jon Ander Ramos, será el encargado de pronunciar la charla que tendrá lugar en Kulturate, a partir de las 19.00 horas. "Francisco Sola nació en Cuba en 1813. Siendo abogado se dedicó a otros negocios, entre ellos el del azúcar, y en la década de los 60 del siglo XIX viajó a la Península para asentarse en Barcelona; siguiendo el patrón de los indianos enriquecidos en América tuvo bien presente la localidad natal de su familia, Mondragón, donde edificó el palacio Sola", cuenta este especialista en migraciones contemporáneas vascas.
La mayoría de las referencias que se tienen sobre la familia Sola "nos han llegado a partir de la investigación que un compañero de la universidad Pompeu Fabra de Barcelona publicó el año pasado en torno a la familia Goytisolo de Lekeitio, de la que sí se conservó un archivo impresionante con infinidad de documentos y correspondencia. Entre las sociedades que los Goytisolo pusieron en marcha figura como socio Francisco Sola", relata el profesor arrasatearra, que lleva unos años afincado en Durango.
El mencionado estudio da pistas para seguir el rastro de los Sola y recomponer la historia de esta familia oriunda de Arrasate, que cruzó el charco no se sabe en que año lo hizo el padre de Francisco en busca de una vida mejor.
Emigración vasca Aunque vino al mundo en Cuba, el personaje que centrará la citada ponencia sigue el esquema de la emigración masiva que entre 1830 y 1930 protagonizaron cerca de 60 millones de europeos una pequeña parte de ese contingente salió de Euskadi, que abandonaron su tierra rumbo a las Américas. Llamados coloquialmente indianos, hicieron fortuna y regresaron al sitio que les vio nacer para construir un rico patrimonio inmobiliario y cultural que en muchos casos perdura hoy en día.
Así, cuando empezaban a dejarse sentir las reivindicaciones que después desembocarían en la primera guerra de independencia cubana, Francisco Sola agarró su capital generado en el negocio del azúcar y se marchó a Barcelona, sin olvidarse de Arrasate, donde en 1868 levantó el palacio que siete décadas más tarde, en los años 40 del siglo XX, se derribó para dejar paso al actual Grupo San Juan. Para la construcción del fastuoso edificio no reparó en gastos y lo remató con un magnífico jardín de 15.000 m2. "Suponemos que al estar radicado en Barcelona, el palacio sería una casa de veraneo", apunta Ramos.
El retorno del dulce capital. El Palacio Sola de Mondragón será, por tanto, el título de la charla que pronunciará el historiador arrasatearra, en cuya exposición profundizará también en las características de las emigraciones vascas a América desde una perspectiva general y a Cuba, en particular. "Si la cita de mañana sirve para lograr más pistas sobre la familia Sola, que no se ha estudiado, el objetivo de la conferencia lo daré por cumplido", sentencia Ramos.
La figura de francisco sola clausurará mañana el ciclo de conferencias sobre la historia arrasatearra