Jordi Listerri-CR. La sorpresa ha sido por el nombramiento como obispo de un religioso originario del País Vasco y no alguno de los curas catalanes que siempre suenan como posibles obispos. Sorpresa como ocurrió con el abad de Poblet, Octavi Vilà, en Girona, o del diplomático Josep Lluís Serrano como coadjutor de Urgell. La nunciatura o la Santa Sede está poniendo mucha imaginación a la hora de elegir obispos para Cataluña.
Por eso, habla y escribe el catalán. Además de su dimensión social, Gómez destaca por su sensibilidad cultural.
Gómez sustituirá al obispo valenciano Agustí Cortés, que ha sido el primer obispo de Sant Feliu de Llobregat desde la creación de diócesis hace 20 años. Cortés había presentado su renuncia en el 2022 al cumplir los 75 años. Pero hacía tiempo que su delicada salud pedía un relevo que ha tenido que esperar pacientemente.
Xabier Gómez tiene 54 años, un obispo “joven” al que le quedan más de veinte años de recorrido episcopal. Nació en 1970 en Azkoitia (Gipuzkoa) y fue ordenado cura diocesano de San Sebastián en 1994 por José María Setién. Casi diez años después, y tras ejercer en varias parroquias, decidió incorporarse a la orden de los padres predicadores, los dominicos. Esta opción por la vida religiosa es lo que le llevó a conocer la realidad catalana cuando en el 2016 se trasladó a Barcelona.
Tiene una amplia formación como licenciado en Teología, master en Orientación y Mediación Familiar y especialista en Mediación Social Intercultural. El acompañamiento familiar y espiritual, la inquietud cultural y la dimensión social componen su trayectoria pastoral. Actualmente, era prior de la comunidad dominica de El Olivar de Madrid y, entre otras responsabilidades recientes, destacan ser miembro del equipo directivo de O_Lumen Espacio para las artes y la palabra, representante de los dominicos en el consejo asesor de migraciones de los religiosos CONFER , y promotor regional de Justicia y Paz de los dominicos de Hispania y de Europa y coordinador del Observatorio de Derechos Humanos de la familia dominicana. Su reciente etapa como maestro de los novicios dominicos y la experiencia como predicador de ejercicios espirituales también le será útil en la nueva etapa episcopal.
El nuevo obispo siempre ha presentado la inmigración como elemento de revitalización de las comunidades cristianas europeas
Desde 2021 ha sido conocido y ha tenido mayor proyección como responsable de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, que depende del cardenal José Cobo. Desde esa responsabilidad ha conocido e impulsado las diversas experiencias de acogida de los migrantes en las diócesis españolas.
Justamente, en febrero de este año, participó en una reunión de la Conferencia Episcopal Tarraconense para reflexionar con los obispos catalanes sobre la acogida pastoral de los migrantes, una realidad cada vez más relevante y numerosa en las parroquias y comunidades catalanas. Casualidad o no, pocos meses después pasará a compartir con ellos la misma mesa. Será el primer obispo vasco en Cataluña desde la llegada de Manuel Irurita hace un siglo pero con un talante totalmente opuesto.
Desde el Departamento de Migraciones Gómez ha impulsado varios documentos de carácter social de la Conferencia Episcopal Española que, como ocurre habitualmente cuando los obispos hablan de estos temas, han tenido menos eco de lo que sería esperable. Uno de los documentos más destacados es de mayo de este año, “Comunidades acogedoras y misioneras” sobre la pastoral con inmigrantes. Un documento totalmente en sintonía con el Evangelio Gaudim y la Fratelli Tutti del papa Francisco. El nuevo obispo de Sant Feliu de Llobregat siempre ha presentado la inmigración como un elemento de revitalización de las comunidades cristianas europeas, y la acogida de los migrantes como la respuesta que siempre debe dar la Iglesia a los más vulnerables. Asimismo, defiende la diversidad cultural como un factor positivo. También ha sido contundente al denunciar la situación que sufren los inmigrantes que llegan a Canarias o a la frontera con Marruecos, las condiciones de los Centros de Internamiento de Inmigrantes y sobre todo las muertes de quienes se quedan por el camino en medio del mar.
Con el cisterciense Octavi Vilà en Catalunya habrá dos obispos procedentes de la vida religiosa
Durante su estancia en Cataluña impulsó diversas iniciativas culturales como la muestra Ars Viva conjuntamente con la Basílica Santa María del Mar de Barcelona y L'Albergueria de Vic. La última iniciativa de este ámbito en Barcelona fue la muestra Llavors promovida el año pasado por O_Lumen conjuntamente el arzobispado de Barcelona y que se pudo ver en el Museo Diocesano, en la sede de Cáritas y en la Facultad de Comunicación Blanquerna. También ha publicado el libro Lectio Divina para tiempos fuertes: Adviento en Publicaciones Claretianas.
En los últimos años, Xabier Gómez ha mantenido la relación con varias personas del ámbito social, cultural y artístico de Cataluña. Ahora le será útil por su regreso inesperado. En 2018 también predicó unos ejercicios de Cuaresma en los monjes de Montserrat. Con el cisterciense Octavi Vilà en Cataluña habrá dos obispos procedentes de la vida religiosa, una novedad que nunca se había dado en época reciente.
A corto plazo, en Catalunya queda por resolver la sucesión de los dos obispos que han superado los 75 años: en Lleida el obispo Salvador Giménez y Barcelona el relevo del cardenal Joan Josep Omella. Este último será el más complicado y determinante sobre qué perfil toma el episcopal catalán. Habrá que ver si ésta la Santa Sede vuelve a mirar la "cantera" de los obispos catalanes o tiene alguna otra propuesta singular.