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Aner Gondra. Hace quince días, en Mendoza (Argentina), las gargantas de miles de aficionados se desbocaron. Las selección de rugby local rompía una racha de once derrotas consecutivas en el Rugby Championship. El cambio de inercia llegaba en el estreno de Mario Ledesma como seleccionador y lo hacía con un contundente 32-19 ante Sudáfrica. Una de las claves de la victoria estuvo en el papel de un joven talento que acaba de asomar con descaro en las filas de los Pumas: Bautista Delguy Bedacarratz. Sus dos ensayos sentenciaron el partido en el primer tiempo. Tiene solo 21 años y por sus venas corre sangre vasca.

Bautista es hijo de Héctor y Verónica, ambos de Iparralde. Instalados en Argentina, son parte activa de la comunidad vasca de Buenos Aires, hasta el punto de que se casaron en la Euskal Etxea de la capital argentina. Tienen tres hijos: Juan, Bautista e Iñaki.

Koldo Bolibar es un abogado vizcaino que en 2002, en Malta, conoció por casualidad a Héctor Delguy, también abogado. “Nació una amistad que hemos mantenido durante todos estos años”, relata a DEIA, “he ido ya cuatro veces a Argentina y en el primer viaje conocí a Bauty y a sus hermanos. Me quedé impresionado por cómo jugaba al fútbol. Tenía una velocidad que no había visto nunca en mi vida. Y era un niño de 8 años. Recuerdo que me dije ‘qué pena que el Athletic no pueda ver a este chico’. Era impresionante”. Hay que destacar que Bolibar años después empezaría a trabajar en el mundo de la representación de futbolistas, por lo que su olfato a la hora de detectar talentos es algo a tener en cuenta. “Era imposible traerlo a Lezama”, se lamenta, “pero hubiese sido un extremo increíble. Si le ves correr hoy en día… Corre como un gamo”.

El padre y el tío de Bautista habían jugado al rugby en el Pucará, un club humilde del sur de Buenos Aires, y el joven decidió seguir su estela para compatibilizar el deporte con los estudios. A partir de ahí comenzó una progresión fulgurante en las diferentes categorías del rugby argentino.

Martin Altberg es el experto en rugby de ESPN en Argentina. Él ha sido testigo de su evolución con los Jaguares, la franquicia argentina que juega el Súper Rugby. Bautista se convirtió este año en titular pese a su juventud y el equipo consiguió meterse por primera vez en los cuartos de final de la competición. “Juega de ala o zaguero y se caracteriza por su velocidad y efusividad para atacar”, explica Altberg, “tiene una vocación ofensiva con un olfato especial para saber dónde estar para marcar ensayos”. En junio le llegó la oportunidad de debutar con los Pumas contra Gales. A pesar del cambio de seleccionador, Delguy ha sobrevivido en el equipo titular y a Ledesma le ha agradecido la confianza con “dos tríes a Sudáfrica hace dos semanas en Mendoza, donde los pumas consiguieron otro triunfo histórico”.

Martin Altberg asegura que Bautista “tiene mucha proyección, se ve que es un fanático y un obsesivo por entrenarse y mejorar”. Hoy Argentina visita a la todopoderosa selección de Nueva Zelanda: “Jugar contra los All Blacks de visitante es denominado como el partido imposible. Él, individualmente, seguro que no va a poder hacer mucho. Pero si el equipo está en una tarde brillante, probablemente puedan jugarle de igual a igual durante un tiempo prolongado a un equipo que es considerado de los mejores de la historia del rugby”.

Las virtudes de las que habla Altberg las confirma Koldo Bolibar. “Es un deportista nato y es noble de narices”, apunta el abogado, “mis amigos argentinos me dicen que allí ya es una estrella”. De todos modos, Bautista no será la primera celebridad del deporte de su familia. Néstor Delguy, el hermano de su abuelo, fue un pelotari que alcanzó en Argentina la categoría de leyenda. Jugaba a paleta y se hizo famoso porque nunca perdió un partido. De todo el país peregrinaban para poder retarle. Dicen las crónicas de su tiempo que, para no aburrirse, era común que Delguy disputara partidos con la zurda o golpeando la pelota por debajo de la pierna.

Desde que lo conociera siendo niño, Koldo Bolibar se ha dedicado a suministrar camisetas del Athletic a la familia Delguy. “Bauty ha estado viendo en persona dos finales de Copa del Athletic, las últimas de Madrid y Barcelona”, explica Bolibar, “sus padres le han inculcado el ser vasco y que él es vasco. Él, como toda su familia, es muy del Athletic. Estuvo también en el viejo San Mamés en 2012 y tuvo la ocasión de ver las instalaciones de Lezama, así como muchas localidades de Euskadi, como Getxo, Berango, Laukiz, Donostia…”.

“Soy su tío, no: lo siguiente”, presume Koldo Bolibar, “solo de pensar cómo juega me emociono. ¡Y es un crío de solo 21 años!”. Esta mañana Koldo madrugará para ver el Nueva Zelanda-Argentina. “Para mí es un orgullo tremendo verle jugar con los Pumas”, confiesa en vísperas del partido más importante hasta la fecha de Bautista, “soy muy aficionado al rugby. Mi amigo Fabián Meabe, de Getxo, me hizo seguidor del rugby y los dos somos los dos locos seguidores de Bautyen Bizkaia. Nos escribimos de madrugada cada vez que juega. ¡Es una locura cada vez que juega!”.

Quizás a partir de ahora la afición rojiblanca, que ya despertó su interés por el rugby con las recientes finales continentales disputadas en San Mamés, tenga ahora un ojo puesto en los partidos de Argentina. Ahora sabe que en el firmamento del balón ovalado hay una estrella que brilla con fuerza. Un puma que por dentro se sabe león.