Félix Morquecho. Eibar, Gipuzkoa. El título del libro que se presentará mañana a las 19.00 horas en la casa de cultura Portalea dice mucho de su autor con solo dos palabras. 'Che, Aitona!' es el trabajo de un escritor natural de la ciudad argentina de Lanús afincado desde hace más de una década en Soraluze. «Vino por primera vez a vivir a Eibar en 2002, postcorralito» recuerda. Entonces conoció a la que en 2005 se convertiría en su esposa y un año después de casarse en Buenos Aires ambos se afincaron definitivamente en Soraluze. Ese trayecto entre el valle del Deba y Argentina es una de las claves de un libro muy especial para su autor. Después de abarrotar la presentación en Soraluze invita a los lectores a acudir mañana a Portalea.
-No es usted nuevo a la hora de escribir.
-No, escribo desde muy niño, y tengo alrededor de veinte libros publicados. Esta es la última novela y la más ambiciosa, más que nada porque habla sobre el valle del Deba, toca el tema de la Guerra Civil...
-¿Qué se puede contar de su argumento?
-Es la historia de un hombre de 17 años que vivía en el valle del Deba y tiene que escapar de sus montes, de sus olores, de todo lo que representaba este entorno en el año 1937. Se escapa a un país americano, concretamente a Argentina. Es una historia contada en dos tiempos porque este hombre es el aitona que cuenta cómo fueron sus vivencias, su contacto con la cultura argentina, y por otro lado está su nieto, que regresa a Euskadi para descubrir esas palabras enterradas que había dejado su abuelo.
-¿Es pura ficción?
-No, es un libro que tiene mucha investigación histórica. Empecé a escribirlo en el año 2009 y fue publicado este año. Es un libro que tiene su trabajo, y que tiene escenarios muy cercanos para nosotros como el monte Karakate, Arrate, el mismo Eibar... y por supuesto Buenos Aires.
-Con lo que ha tardado en escribir este libro no le da la vida para haber dedicado el mismo tiempo a los veinte anteriores.
-Es un libro que tiene mucha carga emocional. Yo no soy de origen vasco pero mi abuelo era español, de Extremadura, pero sobre todo se cuenta la historia de los vascos, no solo por haber hecho la investigación sino por todo lo que me ha contado mucha gente de forma directa. Lo mal que lo pasaron con el tema del idioma, con tantas cosas que ocurrieron en el comienzo de la dictadura... Es un libro que arranca en aquellos años y llega hasta nuestros días. Se pasa por todo el abanico de la problemática vasca, y la diferencia que había entonces entre decir sí y decir bai.
-¿Cuánto hay de historia y cuánto de ficción en estas páginas?
-Es una novela histórica, un libro que está acomodado para ofrecer una historia bonita. No es todo dramático, tiene sus partes graciosas. Imagínate que el nieto conoce a su abuelo y ni siquiera sabe que es su abuelo, porque en la casa le decían el aitona, y él no sabía qué quería decir eso. Cada vez que le hacía una pregunta él respondía con ese vocablo, bai, una palabra que ese niño no sabía de donde venía. Lo va conociendo poco a poco y lo va queriendo, y nos encontramos por una parte la relación de este niño con su abuelo, pero también con la historia de este niño hecho hombre que regresa a Euskadi para conocer la tierra de su abuelo.
-Ese transvase Argentina-Euskadi es algo que usted lleva muy dentro.
-El título 'Che, Aitona!' trata de representar el encuentro de estas dos culturas. En Argentina hay mucha cultura vasca. De hecho tuvimos cinco presidentes de origen vasco, el primero Urquiza, que hablaba euskera. También está Juan de Garay, que fue el fundador de la ciudad de Buenos Aires. Hay 15.000 apellidos vascos en Argentina, ¡fíjate si tenemos historia vasca!
-¿Cuándo se publicó el libro?
-En el mes de octubre salió oficialmente, podemos decir que es un libro joven.
-¿Cómo ha sido la primera respuesta que se ha encontrado por parte de los lectores?
-Hasta ahora la gente está siendo muy amable. El libro se está vendiendo bien y estamos contentos con la acogida que está teniendo. Creo que la gente se ve representada con lo que pudo vivir un padre o un abuelo... Teniendo en cuenta que estamos hablando desde 1937 hasta ahora, recorremos una época en la que hay mucho tomate como dicen aquí. Hay mucho para contar y mucho donde sentirse identificado.
-Tenía ganas de presentar el libro en Eibar.
-Sí, tengo que agradecer el trabajo de Elena Pérez que me organiza las presentaciones y también a la biblioteca Juan San Martín y al Ayuntamiento que me han permitido este encuentro. Sobre todo los escritores independientes que no tenemos acceso a las grandes editoriales hacemos un trabajo de autogestión, que también tiene su encanto.
-¿Cómo se pueden conseguir su libro?
-De momento se vende a través de internet, en Amazon, y en tres tiendas de Soraluze que son Arcelus, el Estanco e Iratxo, y estamos gestionando para ver si se puede tener el libro en el resto de localidades. Pero internet es un buen cauce y el libro está teniendo una buena difusión por esa vía.
-¿Se podrá comprar en la presentación?
-Por supuesto, además con un 25% de descuento con la firma del autor.
-¿En que consistirá la presentación?
-En primer lugar tengo que agradecer la acogida que tuvo en Soraluze. Se esperaba cierta cantidad de gente y se llenó, no nos alcanzaron los libros. El contacto con la gente es lo mejor. Los escritores necesitamos ese contacto con el lector, y para quien afronta un libro, es interesante conocer al autor y tener unas pistas. En Eibar se va a presentar de una forma muy especial, se va a leer parte del libro, va a haber algo de música... el libro va a ser la estrella en una presentación ágil, no nos interesa que la gente se duerma (ríe).